Tercer día desde el Penal del Topo Chico: La inquietud después de la Masacre. Monterrey, laboratorio de exterminio
Monterrey, Nuevo León, 13 de febrero de 2016.- Está mañana el sol salía para algunas madres y familiares que el día de ayer habían recibido la llamada de sus hijos, diciendo que se encontraban bien y que podían ir a visitarles. A las afueras del penal, se encontraban de 500 a 600 personas esperando que éste abriera sus puertas y poder ver a sus presos. Las filas se extendían por mas de dos cuadras alrededor del penal del Topo Chico desde tempranas horas de este 13 de febrero.
Unas cuantas mujeres y familiares esperaban que se realizara la marcha que el día de anoche se había convocado para salir a las 7 AM. Sin embargo, era tanta la gente que se acumulaba a los alrededores, que la que quería protestar se fue diezmando de a poco y la iniciativa de ir al palacio municipal se quedó a la sombra de la principal prioridad: la urgencia de entrar al penal y poder ojalá, hablar con sus familiares.
Ahora el escenario era uno en donde cientos de personas hacían fila esperando entrar al penal, unas pocas que preguntaban por la marcha, otras que no sabían que hacer para poder costear el viaje al estado al cual había sido trasladado su familiar, y seguramente muchas más en sus casas tratando de saber que hacer, ya que esta situación es la misma para un aproximado de 400 familias, esto sin hablar de todas las demás familias que se encuentran atravesando por momentos dolorosos tras la muerte de sus hijos, hermanos, hermanas, amigos y amigas.
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A las 8:00 se vieron llegar de 250 a 300 elementos de la marina en 7 camiones grandes, mientras tres camionetas también de la marina les abrían paso. En las calles cercanas del barrio, se logró observar a 3 marinos caminar armados, uno de ellos platicando con vecinos.
Se logró identificar a dos personas que el día de ayer se le aproximaron a un compañero solidario que servía comida a los familiares. Ellos se hacían pasar como una pareja que venia del D.F., decían que habían contratado una habitación y que por error terminaron ahí, preguntaron que era lo que acontecía ya que no sabían. Este compañero les explicó sobre la masacre, ellos de manera fría respondieron que
– a veces era bueno sacrificar a algunos cuantos para controlar un poco a la población,
el comentario era inentendible y fuera del lugar. Hoy por la mañana aparecieron ambos con camisas polos y con señalizaciones en la manga (bandera de México) que los referían a alguna institución del estado, de igual manera se veían acompañados por más personas que realizaban llamadas por teléfono celular, ¿que tipo de labor estaban realizando? ya que el día de ayer la intimidación era clara y directa.
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Las listas de los traslados a CEFERESOS estaban pegadas en una pared. Llama la atención en la lista del CEFERESO de Morelos el caso de Sandra Elizabeth Arriaga Hernandez, quien esta detenida por el delito de “uso de moneda falsa”, es por este delito, que hoy esta lejos de su familia y presa en un penal de alta seguridad, cárceles que legalmente están tipificadas para personas que cometen faltas de índole federal.
En la fila las historias circulaban y los comentarios de las mujeres eran diversos, ninguna quería dar su testimonio por miedo a que algo les pasara. Una de ellas comentaba :
– “Ayer la señora a mi lado, estaba muy mal, ella había visto a su hijo el jueves, el hijo estaba bien, después otro de su familia entro y no lo encontró, después la señora volvió y que le dijeron que estaba muerto”.
Otra señora comentó que de lo que no se sabe nada es de los últimos dos camiones que salieron el día de ayer por la tarde,
– “No se sabe si llegaron o donde están”.
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La desinformación y el no saber que hacer está presente en todos aquellos y aquellas que están buscando cuerpos, que no saben donde están sus familiares, o bien que están sin saber como hacer para ir a visitar a su familiar a los distintos CEFERESOS.
Aunque el miedo ha logrado reinar en las familias afectadas quitándoles la fuerza para levantar la voz, en estos momentos cualquier apoyo es necesario, ya sea de organizaciones solidarias, colectivos o individuos que sepan como proceder en casos de traslados injustos y/o para el apoyo a las familias que están en la incertidumbre y sin saber que pasó con sus familiares.
Afuera se esperan respuestas claras sobre las muertes y los traslados injustificados, pero parece ser que por todos lados se trata de perpetuar la masacre, haciéndola ver como un motín y un lamentable hecho, pasando por alto muchas irregularidades e injusticias que configuran esta situación, confirmando que la política de muerte continúa en el laboratorio de exterminio “Monterrey, México, 2016”.