En Edomex extinción de las mujeres por medio de crímenes de odio; “gobierno estatal es omiso y ciego”

Tan sólo este año en el Estado de México es posible que existan poco más de 300 casos de Feminicidios -los cuales no tienen nada que ver con los números del gobierno estatal- explica a Revolución TRESPUNTOCERO Emma Obrador, Directora de la Asociación Internacional de Mujeres Abrazando México (AMAN).

Ella asegura que la declaratoria de la alerta de violencia de género en dicha entidad, no significó ningún beneficio para las mujeres. “No se han implementado las estrategias necesarias, pese a que es de suma importancia y urgencia, ya que desde 2010 distintas organizaciones civiles comenzamos a presionar, sin respuesta alguna, pidiendo que se declarara la alerta”. Esto porque de forma evidente, en Estado de México se vivía y se vive una pandemia de feminicidios, los cuales han sido imposibles de detenerse, porque las autoridades no están implementando la protección para las mujeres.

Obrador asegura que “después de un largo proceso, estamos ya en el 2015. Fueron muchos años para que se pudiera declarar esta alerta de violencia de género, sin embargo esto no tuvo efecto alguno porque nunca se diseñó una estrategia adecuada y eficiente para poder erradicar esta problemática.

Se debería, en primer lugar, implementar un mecanismo para detener los feminicidios, que es lo ideal, pero no sin antes buscar métodos de prevención, lo cual es uno de los mayores problemas del Estado de México; que no se ha ocupado de ninguno de esos dos aspectos. Estamos hablando de la extinción de las mujeres por medio de un crimen de odio. Sin embargo no existen campañas de prevención, que es lo primero que se necesita. Es por ello que en cualquier momento, cualquier hora y en cualquier lugar de la entidad podemos observar que el gobierno estatal no está haciendo nada para cambiar la percepción de la población, que es una clave más para combatir dichos asesinatos violentos”.

A lo anterior se suma, a decir por la especialista, la desvalorización de las mujeres en el Estado de México; “ni el gobierno, ni las autoridades han tomado medidas para prevenir y salvar la vida de las mujeres, lo que deriva en que no se protege la vida de las mujeres. Automáticamente no vas a cambiar nunca la percepción de la ciudadanía porque las mujeres en el Estado de México son tratadas como objetos que se desechan sin mayor problema, ese es el panorama de esta entidad con la vida de las mujeres”, explica Obrador.

Aún cuando el gobierno estatal de Eruviel Ávila, presumió como un logro la declaración de la alerta por violencia de género, los resultados de protección han sido nulos. Por el contrario, los feminicidios en los últimos meses han registrado un alza que no se ha podido detener y a decir por activistas, ni siquiera se ha intentado.

Los principales factores que han desencadenado estos “crímenes de odio, han sido: la violencia intrafamiliar, la trata de personas y ser un paso de la migración, esto aunado a la mala interpretación de la estrategia gubernamental, sigue aumentando el número de asesinatos, sin embargo no se puede contextualizar los casos de feminicidios solamente en estas cuestiones, pareciera ser que en el Estado de México todas las políticas que se supone se van a poner en práctica se inclinan hacia el asistencialismo.

No se hace nada para atacar la problemática de raíz, estamos indignadas con el aumento tan increíble de feminicidios, esto es porque no se realizan acciones de prevención, pese a las medidas que se tendrían que haber puesto en práctica inmediatamente, siguen en proceso de ‘estudio’ sin implementarse como si no fueran urgentes. Otro de los grandes faltantes es la recuperación de espacios públicos, los cuales siguen siendo ajenos a las mujeres porque no existe una detención de la violencia mediante el ejercicio de medidas de seguridad específicas en zonas de alto riesgo, donde el índice de violencia contra las mujeres es altísimo”, argumenta Obrador.

Como ejemplo cita el paradero de Indios Verdes, donde de día y de noche se pueden encontrar adolescentes saliendo de la preparatoria y secundaria, quienes caminan a tomar los transportes públicos, que están rodeados de grupos de hombres, incluso los mismos chóferes, que se detienen a acosarlas verbalmente; “es por ello que las chicas deciden bajarse de las banquetas, agachar la mirada y caminarán rápido por temor. Así es como las mujeres no podemos apropiarnos de espacios públicos en el Estado de México. En esta entidad las mujeres no caminan solas por ciertos lugares, porque hay zonas donde se han encontrado cuerpos de mujeres, producto de la nula protección que existe hacia ellas.

El presupuesto determinado para combatir la problemática no se ha obtenido. Por lo tanto no ha sido efectivo para atajar la problemática. Por parte del gobierno estatal vamos a seguir sin avanzar, es la ciudadanía la que tiene que fundar una contraloría civil para combatir esta problemática, porque puede ser cualquiera de nosotras. Se necesita unión para erradicar el problema, ya que el gobierno estatal no está realizando sus obligaciones”, indica la activista.

A su vez, explica que el gobierno de Eruviel Ávila mantiene resistencia con algunas organizaciones. De esto deriva que sean cooptadas en su cooperación para combatir el feminicidio. Y es que si se presenta un programa asistencial para mujeres, además de algún tipo de discurso de “autoayuda” o “autoestima” se encuentra rápidamente el apoyo, pero si se trata de cambiar conciencias, de realizar acciones genero-transformadoras, automáticamente dichas organizaciones pierden cualquier respaldo o apoyo económico por parte del gobernador.

Emma Obrador, resalta que además de no tener cifras certeras, hay casos que no se tipifican como feminicidios, como lo son los suicidios, los cuales nunca son investigados y tienen, por sus características, altas probabilidades de ser feminicidios encubiertos, y es que las investigaciones nunca son a profundidad y con un seguimiento constante, es por ello que para conseguir un aproximado de casos, no hay otro tipo de opción que el monitoreo ciudadano, el cual en muchas ocasiones no es suficiente, ya que a diario existen casos que se quedan en el anonimato y sin justicia alguna, lo que respalda la impunidad y la creciente ola de muertes violentas de un grupo vulnerable, no solamente por la violencia, sino por la inacción del gobierno estatal y federal.

Un ejemplo de lo anterior, es la muerte de “Berenice” (nombre ficticio), quien tenía 13 años cuando su madre se volvió a casar con un hombre 10 años menor que ella. Debido al alcoholismo constante de él, en distintas ocasiones intentó abusar sexualmente de ella. “Era una buena estudiante, llevaba buenas calificaciones, quería ser doctora, decía que se iba a especializar en psiquiatría para poder calmar el odio que sentía por su mamá, ella nunca le creyó que ese hombre quería propasarse con Berenice, y que si estaba con una mujer mayor era por dinero”, asegura a Revolución TRESPUNTOCERO la tía de la menor, quien ha preferido omitir su nombre.

Durante dos años Berenice soportó las agresiones y tocamientos de la pareja de su madre, ésta nunca actuó para ayudar a su hija y por el contrario la amenazó con no ayudarla para que terminara sus estudios de secundaria y preparatoria. Por eso se calló. Pero llegado el tercer año fue abusada sexualmente, eso le dijo a su madre, quien la culpó de “provocar” a su pareja. “A nosotros nos dijeron que se suicidó, que andaba en drogas y que estaba mal, pero no lo creo, porque nosotros la habíamos visto, estaba sana y era educada, buena persona, no pudo quitarse la vida. Dicen que con una navaja se cortó el cuello, pero no lo creemos.

Cinco días después de la muerte de Berenice, mi hermana y su pareja se fueron sin despedirse, sin saber a dónde y dejando algunas cosas en el cuarto que rentaban. Las autoridades creo que ni por enterados se dieron, porque aquí cuando muere un pobre, es como si muriera un perro de la calle; a nadie le importa. Por eso da igual si se suicidó o murió de hambre, ni lo ven, ni les importa. Son ciegos ante nuestras desgracias, todas las mujeres somos vulnerables, pero las que vivimos en la pobreza lo somos más, aquí con los de abajo el machismo es muy cruel. Berenice lo vivió y murió, nunca se pudo hacer justicia y por miedo hemos permanecido en silencio, porque el hombre que estamos seguros mató a Berenice, era parte del narcotráfico, a la niña siempre la amenazó con llevársela lejos con su cartel ’si no se dejaba’. Ella vivió y murió en tragedia”, agrega la tía de la menor.

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