Denuncian feminicidios en Edomex durante marcha zombie
Alejandro Melgoza Domingo
“Queremos irrumpir en un evento que al parecer tiene un vaciamiento de contenido”: Manuel Amador
“Ni una más”, denuncian mujeres mexiquenses en la explanada de Bellas Artes
Portaban el atuendo de la muerte: faldas hechas de bolsas de plástico negras y sogas que les sujetaban las muñecas, el cuello. También llevaban un distintivo a un lado de sus ojos, una mariposa colorida dibujada con lápiz delineador cuyo significado es la “transformación”. Son 8 mujeres de distintas generaciones que emulaban la masacre de la identidad y el cuerpo femenino en los más de 20 mil kilómetros cuadrados del Estado de México.
Con esa caracterización partieron ayer del Monumento a la Revolución. Entrelazadas de los brazos, caminaron lentamente en silencio, mientras con sus manos cargaban flores. Traían papeletas pegadas en sus cuerpos sobre la violencia de género: “Ni una más”. El equipo de la Red de Denuncia Feminicidios en el Edomex irrumpió en aquel contexto de la muerte ficticia: la llamada marcha zombie capitalina que se realiza cada año, como parte de un culto a películas, cómics, videojuegos y libros sobre el tema.
“Queremos irrumpir en un evento que al parecer tiene un vaciamiento de contenido”, dijo el activista Manuel Amador a Variopinto, quien lleva casi un año con este performance que empezó en Ecatepec, el municipio más feminicida de la entidad, de acuerdo con las tasas oficiales y del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF). Ahora lleva esta representación al Distrito Federal, que se encuentra a unos cuantos kilómetros de esta periferia violenta que, como dice el maestro en derechos humanos, las tiene “cercadas”.
Los ensangrentados con intestinos de fuera y cerebros desbordando, perdían de pronto la atención de su propio mundo. Dejaban de carcajear y abrían paso a las jóvenes. Era un festín de gesticulaciones de aceptación y rechazo. Un sujeto vestido como los cuerpos antimotines de Resident Evil dijo entre dientes: “Dahh, las feministas”. Otras, en su mayoría madres de familia y adolescentes, aplaudían y tomaban fotografías: “Eso sí está chingón para que veas […] Qué bueno que hagan esto chicas”.
Las interrogantes siempre provenían de las niñas y niños muertos-vivientes. Una de ellas, con sus rulos rubios y manchados de anilina roja, le decía emocionada a su papá que ellas sí parecían zombies, pero que no entendía qué era el Río de los Remedios (un punto donde han sido lanzados los cuerpos de chicas en los últimos años). Otro, con un lápiz clavado, se puso el dedo índice derecho en la boca en tanto las veía pasar por Avenida Juárez, le jaló la mano a su madre y lanzó el dardo:
-Fe-mi-ni-ci-dios… mamá, ¿qué son fe-mi-ni-ci-dios?
-Es cuando matan mujeres. Femi de femenino (sic.).
-Ahhh… ¿por qué las matan?
-…
Después aparecían personajes que contrastaban con esa escena fúnebre: un hombre lobo, un chapulín colorado, multitud de zombies, enfermeras con gazas por todo el rostro, un tipo con patas de cerdo sanguinolentas e incluso una niña cuya madre le pidió que sostuviera un letrero que rezaba: “FEMINICIDIOS RÍO DE LOS REMEDIOS ¡JUSTICIA! (sic.)”.
Una vez que arribaron a la explanada del Palacio de Bellas Artes, donde ya han llevado a cabo esta escenificación, se colocaron en línea horizontal. Subieron su falda de polietileno oscuro hasta cubrirse la mitad del cuerpo. De la cadera a la cabeza. Comenzaron a cantar y a bajar la bolsa como si batallaran para salir, hasta que sus rostros se vieran. “Traemos estas bolsas porque así lanzan a las mujeres a los ríos. ¡Ya basta de que nos estén matando!”, mencionó una de ellas.
De igual modo cuestionaron la alerta de género que, a pesar de emitirse en julio pasado, continúan estos crímenes. El colectivo lanzó una frase que vibró entre los espectadores, hombres y mujeres, la cual comenzó como un rumor desde la administración del entonces gobernador, Enrique Peña Nieto, pero que cada vez está más presente: “Edomex ya superó a Ciudad Juárez”.