Calculan que 10 mil niños veracruzanos trabajan en campos agrícolas del norte del país
Xalapa, Ver.-A pesar de que la Secretaría del Trabajo, conoce las condiciones ‘paupérrimas’ en que laboran 28 mil 500 jornaleros veracruzanos y 10 mil niños en los campos agrícolas del norte del país, no actúen para sancionar a estas empresas.
Pues a decir del secretario General de la Central Campesina Cardenista (CCC) en Veracruz, Moisés Reyes Fausto, “La Secretaría está ausente y confabulada con las grandes agroempresas” declaró la mañana de este miércoles en la ciudad de Xalapa.
“Esta cantidad de trabajadores son explotados laboralmente, además de padecer con salarios bajos”.
Dijo que se calcula que son un aproximado de 95 mil campesinos que salieron del estado de Veracruz y de esta cantidad el 30 por ciento no goza de los derechos laborales, mientras que casi 10 mil niños también enfrentan la misma “suerte”.
Huyen hacia estados como Coahuila, Baja California, Sinaloa, Sonora y Chihuahua. Citando como ejemplo, la granja agrícola del Valle del Dorado, en Sinaloa donde los trabajadores vivían hacinados en galerones, donde además se pudo constatar esclavitud y prácticamente sin retribuciones económicas.
Los veracruzanos que laboran en esos campos agrícolas en su mayoría son originarios de Catemaco, San Andrés Tuxtla, Tantoyuca, Ixhuatlán de Madero, Papantla, también de Playa Vicente y Rodríguez Clara.
“Casi un 30 por ciento de los jornaleros veracruzanos están trabajando en condiciones muy deplorables, prácticamente en esclavitud”, calificando estos hechos como un “secuestro” para que trabajen solamente por la comida y el hospedaje.
Ante estas situaciones criticó que la Secretaría del Trabajo no vigile ni investigue las condiciones laborales de los campos agrícolas del norte del país, y si es que estas dan las prestaciones, como servicios médicos.
Les pagan el jornal en 120 pesos, por lo que dijo que a través del CCC exigieron a esas empresas que paguen como mínimo 200 pesos con horarios de ocho horas, más no de 14 como los obligan.
También se han promovido a través de campañas para que sean dados de alta en el Seguro Social, además de que cuenten con espacios adecuados donde dormir, comer y asearse.
Lo que lamentó es que los jornaleros en su mayoría llegan a través de los “enganchadores”, problema que los tres niveles de gobierno no han vigilado.
“Llegan a las zonas de pobreza, ofrecen condiciones laborales, salarios, prestaciones y hasta transporte”.
Pero lo cierto es que al llegar a esas empresas no les cumplen nada de lo prometido, pues les llegan a pagar 120 pesos, de esa cantidad les descuentan la comida y el hospedaje.