Se organizan contra fracking en límites entre Puebla y Veracruz
septiembre 16, 2015
Leticia Ánimas Vargas, Sierra Norte de Puebla
Pobladores de núcleos ejidales de la región del Totonacapan, constituyeron en Papantla un Comité de Defensa territorial.
Para hacer frente a la “amenaza” que representa para sus tierras y ríos la explotación petrolera por medio de la fractura hidráulica (fracking), pobladores de núcleos ejidales de la región del Totonacapan, constituyeron en Papantla un Comité de Defensa territorial.
Tras una reunión informativa realizada en la cancha techada del ejido “Rafael Rosas” del municipio veracruzano considerado el primer productor de vainilla en el país, los campesinos indicaron que aunque Pemex y el gobierno les han ocultado información sobre el uso de la fracturación hidráulica (fracking) en el Totonacapan y la Huasteca, las consecuencias han empezado a sentirse en la región.
A la cita acudieron pobladores de Plan de Limón, Úrsulo Galván, Paso de las Limas, Solteros de San Juan, Isla de Juan Rosas, El Remolino y Arroyo Verde entre otros, todos ellos incluidos en la provincia geológica Tampico-Misantla e incluidos en las Rondas 0 y 1, que son los nuevos esquemas de subasta de zonas para la exploración de hidrocarburos definidos tras la Reforma Energética.
Los ejidatarios se enteraron “de la voracidad de las empresas” que en lugar de buscar fuentes alternativas de energía, se están dedicando a buscar petróleo y gas en “lugares más peligrosos” y para sacarlos están usando técnicas nocivas como la fractura hidráulica que emplea agua en grandes cantidades, combinada con unas 600 sustancias tóxicas que a la fecha no se sabe exactamente cuáles son, pero liberan metales pesados y ácidos, producen inestabilidad del suelo y, por lo tanto sismos.
Ahora saben que sólo en Papantla, según datos de FUNDAR, se han abierto 172 pozos con fractura hidráulica, casi el 50 por ciento de los 347 que PEMEX, por medio de una respuesta a una solicitud de información pública, aceptó que existen en el estado de Veracruz.
De los ejidos asistentes, se tiene información de que en Úrsulo Galván hay dos pozos de fracking y en El Remolino hay cuatro, por ejemplo, y PEMEX no ha confirmado ni desmentido esta información, pero en la zona son constantes los derrames de hidrocarburos y todo mundo los atribuye a la nueva y “nociva” técnica de exploración.
Y aunque es la fracturación hidráulica lo que tienen más cerca y lo que más han padecido, los ejidatarios también se pronunciaron en contra de los denominados proyectos de muerte, como la explotación minera y la construcción de hidroeléctricas, que “sólo traen devastación y tristeza a sus territorios”.
Los campesinos se comprometieron a replicar la información que conocen y a realizar una próxima asamblea en el mes de octubre para que asistan representaciones de los ejidos que ahora no pudieron acudir.
Los datos del fracking
Además de los ubicados en el norte veracruzano, de acuerdo con PEMEX, en el estado de Puebla se han abierto con fracking 233 pozos petroleros. Ciento veintiuno en Francisco Z. Mena, 98 en Venustiano Carranza y 14 en Pantepec, todos ellos ubicados también en la provincia geológica Tampico-Misantla donde está el yacimiento Paleocanal de Chicontepec.
También se sabe que más de un centenar de municipios de cuatro estados de la Huasteca y el Totonacapan se encuentran amenazados por el fracking, y están incluidos en las rondas 0 y 1 de la Secretaría de Energía, de acuerdo con los mapas de Advanced Resources Internacional.
En Veracruz son 49 los municipios en riesgo inminente por esta práctica: en Puebla, 22; en Hidalgo, 21; y en San Luis Potosí, 18, todos ellos son territorio de los pueblos nahua, tenek, otomí, tepehua y totonaku.
Otra versión oficial
En marzo pasado, la Dirección de Comunicación del estado de Veracruz, indicó que no han recibido denuncias oficiales sobre la práctica del fracking y aseguró que su uso no es una decisión de orden local o estatal, “sino nacional”.
La dependencia aseveró que “no existe evidencia de que el fracking ocasione sismos y diversos tipo de cáncer, como lo han manifestados los grupos ambientalistas. Nosotros no tenemos nada comprobado, no hay ningún especialista que lo haya determinado”.