Cherán Kéri, ejemplo necesario ante la violenta incertidumbre nacional

Cherán K’eri, ejemplo necesario ante la violenta incertidumbre nacional

Muertes, fosas clandestinas, impunidad, descabezados y tantos más actos de violencia son el cotidiano despertar de cada día para miles en este país. Hambre, miseria, desempleo, marginación, enfermedad y exclusión social es la realidad para otro buen tanto de millones de mexicanos. Así, aunque los medios masivos de comunicación hayan firmado un pacto con el gobierno federal, para no hacer apología de la violenta situación, la sabemos y la vivimos.

Afirma Naomi Klein, en su libro La doctrina del Shock, que el efecto causado por los golpes económicos a poblaciones enteras siempre van acompañados de golpes militaristas, así, hambre y miedo se convierten en el campo perfecto para que el capitalismo pueda continuar enriqueciéndose a costa de las mayorías. En sus propias palabras lo describe brevemente y de mejor forma así: «El shock del propio golpe militar fue seguido inmediatamente por dos formas adicionales de choque. Una de ellas fue el ‘tratamiento de choque’ capitalista, marca de la casa Milton Friedman, una técnica que cientos de economistas latinoamericanos habían aprendido durante sus estancias en la Universidad de Chicago y a través de las diversas instituciones y franquicias del método. El otro fueron las técnicas de shock de Ewen Cameron, la privación sensorial y la aplicación de drogas y otras tácticas, recopiladas ya en el manual Kubark y diseminadas por toda la zona gracias a los amplios programas de entrenamiento de la CIA de los que se habían beneficiado la policía y los estamentos militares latinoamericanos».

Los mexicanos nos encontramos plenamente sumergidos en esta doctrina del shock que describe Klein, por un lado el gradual despliegue de violencia militar y criminal que de 2006 a 2015 se agudizó; y por otro, la indolente carestía que cada día se agudiza más y más. De acuerdo a las cifras del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM, en 1987 los mexicanos obteníamos la Canasta Alimentaria Recomendada (CAR) con 4 horas y 3 minutos de trabajo. Al día de hoy necesitamos trabajar 22 horas con 53 minutos para obtener la misma porción de la CAR.

Mientras las empresas canadienses, inglesas y estadounidenses continúan con el despojo desmedido de tierras y territorios indígenas campesinos para imponer la Minería a cielo abierto, empresas alemanas, españolas, inglesas y estadounidenses controlan buena parte del proceso de extracción del petróleo y otros energéticos. En las urbes, las empresas trasnacionales se enriquecen a costa de los cinturones de pobreza, que cada vez son más extensos, no sólo hacia la periferia de las ciudades. Mientras, los gobiernos de izquierda progre se enriquecen exactamente igual que sus antecesores, con amiguísmos y compadrazgos. Todo parece indicarnos, como lo afirmaba el eslogan de la señora Margaret Thatcher, primer ministro de Gran Bretaña y símbolo del capitalismo europeo, con tintes de género, entre 1979 y 1990; «There is NO Alternative», o en español: «No hay ninguna alternativa».

Mirar, caminar y hacer desde abajo

Para ser primer miembro perfecto de un rebaño de ovejas,
se debe ser, sobre todo, una oveja.
Albert Einstein

La dificultad para encontrar la solución a un problema, casi siempre deriva de donde enfocamos nuestros esfuerzos para resolverlo. Los movimientos sociales de izquierda que aún continúan planteando la toma del poder como única vía para transformar la errática realidad en que vivimos, llámense partidos políticos, guerrillas, sindicatos, etc., enfocan sus esfuerzos una y otra y otra vez, en mirar arriba. Discutir, interpelar y caminar con una clase política cínica, que se esfuerza cada vez más por mostrarnos su desdén y la impunidad de la que gozan.

O peor aún, en su esfuerzo por tomar el poder, van escalando pequeños peldaños, que se convierten en puestecillos públicos, desde los cuales aprenden a apreciar las delicias que se les ofrecen. Lamentablemente el paso siguiente ha sido comenzar a defender –a costa de lo que sea necesario– esas bien nutridas migajas del poder.

Mirar abajo, caminar abajo, haciendo un ejercicio crítico es no sólo indispensable, es vital, revitalizante y quizás, si sabemos mirar, por ahí podremos encontrar algunas de las respuestas que estamos buscando y que jamás encontraremos arriba.

Así, el pueblo p’urhépecha de Cherán K’eri se mostró como un ejemplo necesario ante la violenta incertidumbre nacional. Este 1 de septiembre del 2015, demostró cómo, en 4 años de enfrentar el proceso de la doctrina del shock, pudieron revertirlo y ahora trabajar conjuntamente para sobrepasarlo.

Mientras en 17 entidades del resto país asumían funciones gobernadores, 500 diputados federales y presidentes municipales, elegidos a través del sistema de partidos políticos. Elegidos (con un gran abstencionismo) en medio del violento desarrollo de los comicios electorales del pasado 7 de junio, cuando parecía hacerse cierta la frase: no hay ninguna alternativa.

En Cherán K’eri, se vivió una verdadera fiesta democrática. Las abuelas salieron a bailar y a bendecir a los nuevos K’eris –autoridades– que fueron elegidos en asambleas de fogata, posteriormente de barrio y finalmente en la asamblea comunal. El informe del primer consejo mayor, se dio en las fogatas, en los barrios, a los K’eris salientes se les dijo la crítica de frente, se les dijo lo que faltó por hacer. Pero además, en esta fiesta de transición se les agradeció y se les despidió con abrazos y música.

Alegría, es la descripción que podía sentirse en el ambiente, se veía en el rostro de quienes caminaban las calles, no existe comparación alguna con cualquier acto oficial que haya acontecido ese mismo día en otras geografías. En Cherán, nadie fue acarreado, de voluntad propia se caminaron las calles, se inundo el centro y se recibió al segundo Consejo Mayor.

Se puede estar sin ver. Pero no se puede ver, sin estar

La gramática de los periódicos y de los medios, la gramática del análisis político, sea de la derecha o de la izquierda, es una gramática de poder y sólo puede conducir a la substitución de un poder por otro.
John Holloway

El crimen organizado los llevo a una parálisis social –estado de shock– en la que fueron devastadas 20,000 de las 27,000 hectáreas de su bosque. Su último gobierno municipal encabezado por Roberto Chapina Bautista alias «el Negro» no sólo era cómplice, si no impedía a toda costa a los comuneros frenar la delincuencia.

La genealogía del conflicto vivido en el periodo previo a abril del 2011, cuando detonó la rebelión cheranense, se irá conociendo poco a poco, conforme la comunidad nos permita ir asomándonos a su historia. En la ceremonia central de la toma de protesta, este momento de génesis, se recuerda, voz de Francisco Rosas Tomás, quien dirigió el acto cívico junto a Teresa Asencio Domínguez, de la siguiente forma:

Han pasado más de cuatro años de aquel 15 de abril del 2011 y quizás las lágrimas se han secado. Pero las heridas del corazón no han cicatrizado, en el pensamiento quedan indelebles las imágenes que nunca serán cosa del pasado. Muchas historias se han escrito, ha muerto el abuelo, el vecino, el amigo y hasta el perro que más quisimos, pero ninguna de ellas se ha olvidado.

Los niños crecerán fuertes y defenderán con valor a este pueblo, que con su lucha mucho les ha enseñado. Seguiremos rompiendo cadenas para ganar las batallas que sean necesarias, no dormiremos demasiado porque es temprano cuando Dios da las bendiciones y es hora ya de labrar la tierra con el arado, beberemos mucha agua porque en el camino nos hará falta y más cuando surquemos las veredas y los vallados.

Todos los días esos senderos deberán ser andados, entre las copas de los cerros y los linderos más alejados. Cuida la tierra de día y noche por qué no sabemos cuándo nos haga falta si ahora hay derroche.

Tantas fueron las señales del pueblo de Cherán K’eri, con el ritual, la ropa, la lengua, la mirada, el canto, las semillas, la presencia, las flores, el fuego, etc., señales que ellos entienden en una dimensión profunda y que quienes pudimos observar, aun seguimos aprendiendo de ellas. No fue tan simple como que se va un político y llega otro. En la lógica del poder las ceremonias de transición simplemente significan el cambio de administración y punto, por supuesto que con la enorme ilegitimidad de la que gozan los políticos, únicamente se asoman a esos actos los medios de comunicación que viven de difundir una caricatura bien pagada de la realidad.

En Cherán todo fue simbólico, una manta decía acertadamente: «Los usos los determinamos nosotros, la costumbre, nuestra historia». Quizás por eso el acto oficial se realizó en el templete, ahí el magistrado Juan Carlos Silva Adaya, presidente de la sala regional de Toluca del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, le tomó protesta al segundo Consejo Mayor de Cherán. Sin embargo inmediatamente después, los keris bajaron del templete y a ras de suelo hicieron el cambio del bastón de mando. Ahí, en voz queda, con el humo ritual y en presencia de los mayores de la comunidad, realizaron la verdadera transición los keris de Cherán.

El magistrado observó y sonrió sin entender que sus palabras, su voz que apenas había resonado a través de las bocinas en toda la plaza, no importó. Su discurso fue legaloide y condescendiente, como de por sí lo es el de toda la clase política que él representa:

Buenos días a todos, en nombre del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación los saludo con mucho respeto, tenemos tanto que aprender de una comunidad como Cheran K’eri. Tanto como las enseñanzas que se dieron en 2011, sus mujeres que no solamente son simiente de vida sino combativas, que fue la chispa que encendió esa conciencia, para reclamar sus derechos originarios. Ustedes han hecho realidad el texto de la constitución y de los tratados internacionales. Tanto tenemos que aprender de comunidades como la p’urhépecha, como los distintos pueblos y comunidades de Oaxaca, 418, que realizan sus elecciones por el sistema de derecho indígena y ahora sólo con respeto venimos a dar testimonio de un acto de dignidad, de su autonomía, de su plenitud como mujeres y hombres de bien que se organizan. Su experiencia tiene que comunicarse a otros pueblos de México, a otros pueblos de América Latina, para que sigan su ejemplo de bondad, de valor, de dignidad, de respeto, de empatía, de hermandad.

Se fue con la satisfacción de haber concedido desde su postura occidental, el privilegio otorgado a los indígenas que se portan bien. Sin tener la mínima consideración de reconocer que lo que él representa, es la muerte y el violento proceso de despojo contra el mismo pueblo p’urhépecha –y el nahua en las costas de Michoacán. Estuvo sin ver.

La dignidad tiene historia y memoria en Cherán

Don José Merced. Licenciado en ciencias políticas y Carguero del Fuego Nuevo, nos cuenta como el pueblo p’urhépecha es un pueblo vivo, que continua escribiendo su historia y sus tradiciones. También nos platica uno de los pasajes que han escrito parte de la historia de Cherán durante la revolución Mexicana:

Cherán es un pueblo eminentemente defensivo por historia y por naturaleza, el referente más inmediato que pudiéramos señalar sobre Cherán, es en la época de la revolución mexicana, en la cual se dio un levantamiento. Aquí fue adoptar una acción eminentemente defensiva. Entre 1908 y 1910 hubo una compañía de origen norteamericano que llegó aquí a Cherán y firmó un contrato con el gobierno porfirista, la compañía extranjera se disfrazó como compañía michoacana relacionada con el bosque, pero el verdadero dueño de esa empresa era un norteamericano que mandó a su hijo aquí, que se llamaba Santiago Eslay Jr. quien firmó un contrato con los representantes porfiristas del gobierno de Michoacán y el representante de la comunidad de Cherán, para explotar el bosque por 30 años y si fuera necesario 20 años más.

Entonces la comunidad se dio cuenta de que ese contrato había sido firmado a espaldas de la población, así que la comunidad se reunió con el representante de la misma, que se llamaba Fernando Chávez, le dijeron que sabían del contrato y que no podían dar autorización para eso. Rompieron el documento original y se congregaron en la plaza central como un sólo pueblo, se tocaron las campanas y determinaron que desconocían ese documento, se fueron a desmantelar las vías del ferrocarril que habían sido tendidas en las inmediaciones de Cherán, porque todo el pino que iba a ser cortado se lo iban a llevar en tren.

La ceremonia ritual que encabezó doña Rosalina, líder espiritual de la comunidad, donde se le pidió a Tatá Jurhiata –padre sol– y Naná Echeri –madre tierra– puedan guiar los pasos de los nuevos keris y sobre todo se les agradeció por la vida misma. Fue sencillamente espectacular, entre el ritmo de los tambores, la enorme ofrenda circular al medio de la plaza, donde lucían las pieles de venado, armadillo, semillas de maíz, frijol, mazorcas, los cantos que en p’urhépecha y en español, lograron transmitir un ambiente espiritual.

La reflexión en torno a cómo están autogobernándose los alrededor de veinte mil comuneros que habitan el municipio de Cherán, será larga, tendrá que ser de muchas y diversas miradas. Quienes con menosprecio no entiendan más allá de lo que en lengua impuesta puedan y quieran contar los comuneros. Quienes pretendan imitar el «modelo democrático» o copiarlo para ver si así pueden ser la vanguardia revolucionaria.

Lo cierto es que el camino apenas empieza o apenas continua, depende de la mirada, depende de nuestra capacidad de entender otra forma de ver y pensar el mundo. Un pensamiento que está abajo, más abajo que el proletariado occidental y que no ofrece una alfombra roja para los eruditos de la revolución y menos para quienes viven ya de las migajas del poder.

Lo cierto es que el pueblo de Cherán, camina su propio camino, pero con dignidad y con memoria, para muestra unas breves palabras del primer mensaje que brindó el segundo Consejo Mayor de Cherán K’eri:

El llamado es por lo tanto es a seguir en esta lucha, que aún no terminan comuneras y comuneros, el llamado es a no convertirnos en cómplices de este sistema de muerte, de depredación y de saqueo. El exhorto es a no convertirnos en cómplices de mas crímenes de estado, de lesa humanidad, como los cometidos con los hermanos de Ostula, de Ayotzinapa, Tlatlaya, Tanhuato, Apaztingan y un largo etcétera.

A más de cuatro años de emprender el movimiento de resistencia y defensa por la vida, ratificamos que el proyecto que nos toca continuar es el mismo de aquel 15 de abril del 2011. Es y seguirá siendo por la seguridad, la justicia y la reconstitución de nuestro territorio.

Agradecemos y reconocemos al Consejo Mayor saliente el servicio comprometido que ha brindado a la comunidad, igual a los consejos operativos que acompañaron este ejercicio, también a nuestra ronda comunitaria que está conformada por comuneros que al igual que la población deciden entregar hasta la vida por amor a la comunidad y a la madre tierra. Son cuatro años que nos han enseñado que sólo la unidad y la participación de todos es cómo podemos lograr vivir en paz y armonía.

No olvidemos que el movimiento que emprendimos con el rostro cubierto señal de temor y a la vez muestra del sometimiento de nuestros pueblos originarios fue acompañado con la luz de las fogatas que poco a poco nos fueron mostrando el valor para mostrarnos sin ese paliacate, ello como muestra del amanecer de las penumbras que vivíamos asediados por la maldad. Pero es a la vez esa luz la que ilumina nuestras mentes, para evidenciar uno de los enemigos comunes en nuestro país, los partidos políticos.

No hay ni habrá gobierno que pueda responder a las necesidades y problemáticas de una sociedad si no es con la participación de la comunidad entera, sabemos que el caminar hasta hoy no ha sido fácil, con triunfos, tropiezos, pero es necesario repetir errores. Y para ello es imprescindible la participación decidida de la comunidad, para juntos trazar el sendero por el que juntos habremos de marchar, en tránsito de la persecución de un horizonte glorioso, que esperan nuestros caídos, por los cuales brindamos esta lucha.

Finalmente decimos, como Consejo Mayor agradecemos el poder servir a la comunidad desde este espacio, pero también lo decimos, no podremos caminar si nos dejan solos, la lucha es de todos, el caminar de nuestra comunidad requiere de la participación de todos. Por la justicia, la seguridad y la reconstitución de nuestros territorios y por nuestros caídos. Ni un paso atrás compañeros. Gracias.

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