Trabajadoras de la Guardería ABC no serán encarceladas y a pesar de todo, su vida es un infierno
22 de agosto de 2015. El Juez Tercero de Distrito, Ricardo Ruiz de Hoyo, con sede en Hermosillo, Sonora, rechazó emitir las órdenes de aprehensión en contra de las 22 trabajadoras de la Guardería ABC.
El 6 de agosto pasado, la Procuraduría General de la República (PGR) las acusó de negligencia y de haber faltado a su deber de preservar la vida de los niños. Son 22 mujeres, entre ellas, la directora, las señoras de la limpieza, las profesoras y hasta una madre de uno de los pequeños fallecidos en el incendio.
El Juez argumentó: ”Del material probatorio integrado a la averiguación previa consignada, se advirtió que las indiciadas, en mayor o menor medida, sí llevaron a cabo acciones de evacuación y salvamento de muchos de los infantes que estaban bajo su cuidado, pero no pudieron desalojar a todos, por la rapidez con la que propagó el fuego, debido a las condiciones constructivas de edificación que albergaba a la guardería, por lo que les fue imposible, real y físicamente, hacer más, pues las circunstancias que rodearon al fatal acontecimiento, en este caso, el incendio que culminó con la muerte de 49 infantes, fueron de tal magnitud, que no permitieron que llevaran a cabo el desalojo de todos los menores que se encontraban en el interior de la guardería”.
En todo caso, continuó diciendo Ricardo Ruiz de Hoyo, “las omisiones en esta tragedia son atribuibles a los dueños de la guardería, a los arrendatarios de la bodega contigua perteneciente a la Secretaría de Hacienda del Estado y a las autoridades tanto del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como de Protección Civil Estatal y Municipal.
El abogado Gabriel Alvarado Serrano, representante legal de al Asociación Manos Unidas por nuestros Niños A.C. consideró que esta resolución emitida por la PGR es solo una “cortina de humo” para no llegar a los verdaderos responsables, como Eduardo Bours, gobernador de Sonora en esas fechas.
Mientras tanto, desde ese fatal 5 de septiembre de 2009, las mujeres que laboraban en la Guardería ABC viven otro infierno. Han sido amenazadas de muerte por algunos padres de familia, padecen el rechazo social, han tenido que someterse a tratamientos psicológicos y psiquiátricos interminables, sin trabajo, sin atención médica, las maestras y trabajadoras han vivido desde entonces en un martirio constante.
El brillo en sus ojos se ha perdido, algunas tienen tics nerviosos y la memoria les falla, también lloran a la menor provocación. Según les dicen algunos, la prueba fehaciente de su culpabilidad es haber salido con vida del incendio. Han aguantado todo en silencio, hasta que, en la calle a veces les griten “asesinas”.
Una de ellas, Maribel Hernández Jaime, narra a Reporte Índigo los recuerdos que tiene del momento: “Estaba encargada de la sala de lactantes A y B, donde estaban los niños de 43 días hasta un año de edad. Me encontraba sentada en el suelo arrullando a un bebé para que se durmiera, de repente, la paz de la jornada y de la vida, se acabaron para siempre.
Al escuchar que la guardería se estaba quemando, quise salir con el bebé que tenía en brazos por una puerta que daba a la calle, la maestra de esa área la abrió y en ese momento, un huracán de humo negro nos expulsó fuera del edificio. Saqué a ese bebé, regresé a la sala de lactantes C, al querer entrar a mi salón, el humo ya no me dejó pasar. Agachada y a tientas, con manos y pies, fui localizando a todos los bebés que pude para salvarlos. Los iba sacando y volvía a entrar, a algunos hasta los pisaba y así era como los encontraba, los tomaba en brazos y los sacaba. Cuando llegó la policía ya no me permitió entrar.
Una de las maestras también estaba muy mal, porque no encontraba a su hija. Quiso entrar por ella, pero ya tampoco la dejaron. Pude ver como sacaban a niños muy quemados sin saber si estaban vivos o muertos.
Minutos después, Maribel fue llevada, junto con otras compañeras a declarar al Ministerio Público.