La corrupción ‘somete’ la voz de los periodistas en Querétaro

Eric Pacheco Beltrán/Elecciones y agresiones

La complicidad entre medios y autoridades para obtener publicidad oficial censura las voces críticas en el gremio, dicen académicos y organizaciones de derechos humanos

En Querétaro la corrupción es la principal amenaza a la libertad de expresión, ya que los medios de comunicación se autocensuran a cambio de la publicidad oficial que contratan las autoridades, coinciden académicos y organizaciones defensoras de los derechos humanos.

La inseguridad y la pobreza no son factores con los que deban lidiar los comunicadores, pues es uno de los estados de mayor crecimiento económico. La ciudad de Querétaro, capital del estado, es la tercera urbe más competitiva, solo despues del Valle de México y Los Cabos, según el Índice de Competitividad Urbana 2014: ¿Quién manda aquí?, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

“En este contexto de prosperidad, se esperaría que floreciera un periodismo libre y crítico de los excesos del gobierno, pero nunca ha sido así. En Querétaro, los medios locales surgen, crecen y se consolidan a la sombra de los gobernantes”, dicen los académicos Germán Espino Sánchez y Efraín Mendoza Zaragoza en su libro Los gobernadores, enclaves del autoritarismo en México. Sometimiento y subordinación de los medios de comunicación locales.

En Querétaro, la publicidad oficial es un medio de censura indirecta al existir una dependencia económica de los medios de comunicación, dice Ana Cristina Ruelas, de Artículo 19.

Un ejemplo de ese control fue un audioescándalo que involucraba al secretario de Gobierno, Jorge López Portillo Tostado, en una serie de llamadas donde ordena al coordinador de Comunicación Social, Abel Ernesto Magaña Álvarez, “romperle la madre” a un comunicador por haber tratado el tema de inseguridad en su programa radiofónico.

El comunicador fue reprendido por la titular de la radiodifusora. Pese a esto, el comunicador –quien continuó con su programa– decidió no proceder.

Justine Dupoy del Centro de Investigaciones Fundar, expuso que en el estado hay un visión homogénea en los medios de comunicación, que privilegian el discurso oficial.

“Es una concepción muy fuerte que en un estado como Querétaro haya una visión muy homogénea de la información, que nadie diga otra cosa que el discurso oficial, porque es una concepción de la democracia, muy retrógrada, porque es una concepción del poder donde los ciudadanos son pasivos y nada más escuchan lo que le tenemos que decir y ya; en una democracia fuerte y vigorosa, los ciudadanos no son pasivos”, expresó.

Durante el periodo electoral, la cobertura de la campaña del candidato del PRI al gobierno del estado, Roberto Loyola Vera, fue muy complicado debido a la censura, narran algunos comunicadores que prefieren guardar el anonimato.

Al menos tres reporteros asignados a la campaña del candidato confirmaron que de manera inesperada fueron reasignados a otras fuentes, en diferentes momentos de la campaña, después de cuestionar de manera crítica al priista.

Aunado a los arreglos entre empresarios de medios de comunicación y los gobernantes, el periodismo en Querétaro atraviesa por condiciones laborales cada vez más complicadas. Muchos reporteros trabajan para una outsourcing, con salarios mínimos y jornadas excesivas.

Esto los obliga a trabajar en tres o cuatro medios para poder subsistir, lo que complica el ejercicio del periodismo libre, pues algunos aceptan vender publicidad o recibir comisiones de sus fuentes, como ocurre en algunos casos con la contratación de la publicidad electoral.

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