Otomíes de Xochicuautla mantendrán barricada
Aldabi Olvera
– Los terrenos de Lucas Miguel, indígena otomí-ñatho de Xochicuautla, fueron destruídos el miércoles pasado. Durante la noche, él y otros comuneros decidieron instalar barricadas y preparar un campamento justo en el lugar donde antes había milpa y magueyes.
Ayer, jueves por la mañana, mantas con la leyenda #AlertaXochicuautla y una bandera de México ondeaban en lo alto del monte de propiedad comunal. Más abajo, maquinaria de la empresa Autován, parte de Teya, concesionaria de Grupo Higa, continúa con los trabajos de la autopista Toluca-Naucalpan reiniciados hace dos semanas justo al terminar la contienda electoral que le dio el triunfo al PRI en Lerma, municipio donde se encuentra Xochicuautla.
Diversos medios de comunicación, entre los cuales se encontraba Másde131, se trasladaron al campamento y pudieron constatar que los trabajos de la maquinaria son vigilados por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Estado de México (SSC).
Empleados de la Dirección General de Gobierno de la región de Lerma se presentaron a dialogar con los otomíes. Eduardo García Flores les propuso una “mesa informativa”. Mujeres y hombres le pidieron que se presentaran integrantes de la empresa.
“No, no sabemos dónde están”, dijo García Flores.
Después les propuso que en la “mesa” las instancias correspondientes como la Semarnat dieran información a los inconformes, aunque los comuneros ya han solicitado información a esta instancia en ocasiones anteriores sin recibir respuesta.
Mientras hablaba, a lo lejos, se veían varias personas, en lo alto de otro monte.
Los indígenas le señalaban: “¡Ahí están. Esos son los de la empresa!” “Si están trabajando derecho no necesitan tener miedo a la gente”. Los representantes de gobernación nada decían.
Para poder sentarse en la mesa informativa, los habitantes de Xochicuautla pusieron como condición que se pararan los trabajos de la maquinaria. Por radio, García Flores consultó y dijo que, efectivamente, se retiraría. Los indígenas quedaron en buscar a sus abogados y organizar una comisión para reafirmar su negativa al paso de la autopista.
Cuando los representantes de gobernación se retiraron, los indígenas bajaron para cerciorarse de que no había miembros de Autován. Al percatarse de que estaban siendo filmados juntos, policía, dirección de gobierno y miembros de la propia empresa (las personas que se miraban a lo lejos), se retiraron del lugar.
Este reportero intentó entrevistar a miembros de Autován sin éxito:
?No estamos facultados para darles ninguna información.
?¿Ni el teléfono de la empresa?
?Ni eso.
Autován tiene el mismo domicilio que Constructora Teya. Después de que el equipo de Carmen Aristegui hiciera la investigación sobre la famosa “Casa Blanca” de Enrique Peña Nieto, nadie contesta en esa dirección. Es prácticamente imposible tener contacto con Autovan para que dé su versión a la prensa de lo que ocurre en el Bosque Otomí-Mexica.
Las y los indígenas exigieron que se detenga el trabajo hasta que se dé la mesa, en la cual debería presentarse también el Comisariado de Bienes Comunales del pueblo, Ángel Valdez, a quien los habitantes acusan de cooperar con la empresa, dejar entrar las máquinas sin permiso del pueblo, y quien en algunas fotografías se pavonea con playeras del PRI con el nombre del gobernador Eruviel Ávila.
Desde hace mil años
Lucas Miguel pide además que la mesa sea pública y que se vea el diálogo para que se grabe y difunda. Además, como parte de sus acciones, buscarán demandar al comisariado Ángel Valdez Ramírez por no notificar a la población sobre la obra.
“En conjunto con las compañeras y compañeras ya llegaron al límite de nuestras tierras, tuvimos la fuerza y la unión de hacer esta barricada con colectivos. Y así se planeó traer medios”, comenta ante la decisión que tomaron como pueblo.
También aclara:
“Es para tener vigilancia dentro de la organización interna”.
Cirilo Reyes tiene su terreno comunal en el lindero del paso de la maquinaria. Exige también que si hay un diálogo, este debe ser abierto: “organizaciones y medios debe estar adentro, que informen que hay adentre y porque tan escondidos”.
Se lamenta igualmente por lo que ocurre con sus tierras:
“Si fuera reparable, pero esto es imposible el terreno que empieza ya no se puede usar. Ya no es reparable”.
“Dicen que son sus terrenos. ¿Cuántos años tiene el gobierno de sentarse donde está, aquí mis abuelos ya están desde hace mil años, antes de la llegada de españoles ya estábamos aquí, los dueños somos nosotros. No me digas que el gobierno”.
Josué Reyes denuncia además que el día miércoles, cuando subieron los granaderos, Sergio Alarcón, también de gobernación del Estado de México, le dijo: “Vamos a dialogar. Vamos a negociar. Yo te voy a echar la mano para que cobres mañana. Ve a la oficina y se arreglan”.