El bosque del Nixticuil, ‘protegido’ pero devorado

Por Rogelio Castro

Constructoras lo depredan

Son los vecinos y colectivos en pro del área verde –no las autoridades– quienes se ocupan de impedir que las desarrolladoras de fraccionamientos talen y se instalen en el lugar

Al declararse como área de protección hidrólogica el bosque del Nixticuil en 2008, muchos de los proyectos de construcción dieron marcha atrás con la declaratoria, otros persisten en llevarse a cabo, en los linderos del área natural protegida, lo que para ciudadanos y colectivos en pro el bosque son un problema para el entorno/Foto: Cortesía

Al declararse como área de protección hidrólogica el bosque del Nixticuil en 2008, muchos de los proyectos de construcción dieron marcha atrás con la declaratoria, otros persisten en llevarse a cabo, en los linderos del área natural protegida, lo que para ciudadanos y colectivos en pro el bosque son un problema para el entorno/Foto: Cortesía

Desde el 2005, la controversia en el bosque del Nixticuil en Zapopan acrecentó el interés de los pobladores, cuando el ayuntamiento intervino un área del bosque con un proyecto de urbanización para reinstalar a habitantes del pueblo de Nextipac, tras un temporal que afectó sus hogares y necesitaban recolocarse.

Pese a la negativa de los ciudadanos por afectar el área verde, el municipio continuó su plan, mismo que fue clausurado por las demandas de los zapopanos pero que no evitó la tala de al menos 300 robles del Nixticuil.

Lo anterior fue el pretexto adecuado con que el municipio intentó apoderarse del área verde para edificar proyectos como la construcción del complejo impulsado por la asociación Villa de los Niños, así como la creación del Parque Universitario de Investigación Científica y Tecnológica de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).

Sin embargo, ante la imposibilidad de los proyectos el ayuntamiento propuso al Nixticuil para ser nombrado Área Natural Protegida, pero a los congresistas del estado les tomó dos años más tomar la decisión. Por lo que a principios de 2008, se protegieron mil 591 hectáreas del bosque bajo la categoría de manejo de área de protección hidrológica; pero se dejaron 269 hectáreas desprotegidas y que a la postre se convertirían en el postre.

Si bien, muchos de los proyectos de construcción tuvieron que dar marcha atrás con la declaratoria, otros persisten en llevarse a cabo, y pretenden disimular su creación en los linderos del área natural protegida, pero que para ciudadanos como el Comité Salvabosque son un problema para el entorno.

Y es que la delimitación del área natural, permitió que el ayuntamiento permitiera la construcción de fraccionamientos y complejos habitacionales, cuando antes de la legalización el pueblo en general lo rechazaba. Sin embargo, al día de hoy, los fraccionamientos van conforme la ley, y poco se puede hacer al respecto.

Tal es el caso del conjunto habitacional “Bosque Encantado”, planificado a diez metros de la zona verde y que ha exterminado, a decir de los integrantes del colectivo en pro del Nixticuil, diversas clases de arbolado en el bosque.

A principios de año, las obras del fraccionamiento en cuestión fueron detenidas por el municipio, sin embargo el alcalde Héctor Robles especificó que de acuerdo a los planes parciales, la empresa desarrolladora tenía el permiso y el derecho para realizar la obra, por lo que luego de que la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) comunicara el uso correcto del suelo de la constructora, la obra continúa en proceso.

A decir del comunicado lanzado en febrero de este año, la Profepa acepta que el predio trasgrede terrenos del bosque, sin embargo no está dentro del área natural protegida; mientras que el alcalde de los zapopanos afirmó que incluso la empresa ya había entregado 600 árboles para reforestación.

No obstante, el colectivo defensor de la zona boscosa especificó que la empresa Spinelli Corporation utilizó información falsa al declarar un área arbolada de apenas ocho por ciento, cuando en realidad se afectó el 29 por ciento, lo que le permitió obtener el aval de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para acabar con un pedazo del Nixticuil, puesto que el porcentaje presentado no requiere uso de cambio de suelo, dado que el predio se consideró no forestal, ya que la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable exige una cobertura arbolada del 10 por ciento para llevar prioridad a la zona ecológica.

Respecto a los rumores de la creación de un comité técnico por parte de Semadet y Zapopan, queda en el entredicho, pese que se sabe que desde hace dos años se plantea el organismo. Sin embargo son los colectivos, vecinos de la zona y población en general quienes han estado defendiendo al bosque ante el desinterés aparente de las autoridades.

Además del “Bosque Encantado”, al momento se detecta la construcción del Residencial Sendas, ubicado junto al río Blanco. Dichos predios incluso permanecen a la venta y el desarrollo consta de tres etapas, mismas que están en curso, aun cuando no existió desde el inicio de su creación el permiso por parte de la Semarnat para cambio de uso de suelo al situarse sobre área natural protegida.

Otro de los invasores al bosque son Alta Vista Residencial con cerca de 804 viviendas, Valle Imperial, La Cima y Cañadas de San Lorenzo, quienes de manera directa e indirecta han venido impactando sobre el ecosistema con permisión de los gobiernos de zapopan desde 2004 a la fecha y el facilitamiento de la Comisión Nacional del Agua (CNA) a los urbanizadores para la extracción del líquido desde los mantos acuíferos del área natural protegida.

Puntos

La urbanización de la zona lleva al menos 10 años, desde la llegada de Arturo Zamora al ayuntamiento y el intento de desarrollar el Mirasierra, traducido al día de hoy en Sendas Residencial.

A decir de los vecinos de la zona, desde 2014 se constatan talas clandestinas en el bosque así mismo, aseguran que hubo un incendio provocado.

En noviembre de 2014, se detectó la presencia de maquinaria pesada despejando parte del área natural protegida, en los linderos del fraccionamiento Altavista, complejo que participa del megaproyecto Mirasierra.

En octubre de ese año, se registró el tiradero clandestino en las cañadas del Nixticuil, de empresas contratadas por el municipio para trasladar escombro de las obras de rehabilitación de la avenida Acueducto.

http://pagina24jalisco.com.mx/local/2015/05/28/el-bosque-del-nixticuil-protegido-pero-devorado/