365 días que hoy se iluminan con el fuego de la digna Resistencia

Oscar Hernández Neri
06 Mayo 2015
Reclusorio Molino de las Flores Texcoco, Estado de México a 30 de abril de 2015.

COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS
HERMANOS Y HERMANAS
ESTUDIANTES Y PROFESORES
ATENEA, TORNA Y VRIL

Les saludo con afecto y respeto desde la celda 6 del dormitorio 1. Desde mi encierro injusto diseñado en los sótanos de la Procuraduría Mexiquense y prolongado impunemente por el Juez Sergio Beristain en la sala penal de Texcoco a pesar de la demostrada violación a mis derechos humanos identificada por un Juzgado federal tras mi demanda de amparo.

Hoy alcanzamos un año padeciendo al “Sistema de Justicia” y sus ignominiosos efectos: depresión, deterioro económico y en la salud, trastocamiento de la vida. Pero un año de aprendizaje intenso que me llena de contento y de orgullo que les estoy participando.

365 días que hoy se iluminan con el fuego de la digna Resistencia, con una caravana nacida en ceremonial de Teotihuacán y que se extenderá por 15 días más alumbrando rincones donde los rebeldes defienden la tierra, el agua, el territorio, la tradición y los anhelos transmodernos. 365 días con un plantón de Atlantes solidarios y amorosos; de resistencia y sonrisa que no se arredra ni envejece, de futuro honrado, hecho presente. Hoy es mi fiesta, nuestra fiesta, la fiesta de los estudiantes y maestros que enseñan y aprenden, que se indignan y que se inventan con fuerza de la ética y la convicción.

Aquí, el cumpleaños invita de nuestro pastel fascinante, claro y exquisito día del niño, pastel de la verdad confitada en las leyes y la ciencia. Los peritos de la Procu y el Ministerio Público se muerden las uñas porque el fuego de nuestra vela quema su mentira, esa con la que pudren el nombre y la memoria de una mujer usada para criminalizar a un inocente. El fuego de nuestra vela, el fuego de la digna resistencia es el farol donde se exhibe la engañifa descarada de Juez y magistrados abyectos. La verdad como la madera en el agua, tarde o temprano saldrá a flote y aquí la mano clandestina hacedora de triquiñuelas ya está a la luz: hemos demostrado con ciencia y con derecho la verdad histórica, la verdad política, la verdad razón, ellos construyeron un crimen y pretenden sostenerlo con esa contumacia aberrante, con el abuso del poder.

Nuestra fiesta es la de Atenco en abrazo permanente, es la del Magisterio Mexiquense contra la Reforma Educativa; es de los defensores del agua y de la vida; es nuestra danza ceremonial y juego infantil; es la celebración que se une a la marcha de los Yaquis y a los sudores, la sangre y los gritos de San Quintín. Nuestro Jolgorio es la serpentina que alcanza al magisterio Baja Californiano en la lucha y que se quita los sombreros para reverenciar el paso cansado, siempre, fuerte, de nuestros hermanos de la CNTE.

Los invitados están llegando, como llega el alba tras la catástrofe; llega la lumbre que es un pedazo de sol y que es centro incandescente de planetas anunciando posteridad, de buenas cosechas y semillas germinales. Los asistentes, como se ve, traen su cuerpo sin edad y su mente sin tiempo porque trascendieron el espacio y porque fluyen trazando la historia que nos han negado a golpe de televisión, de toletes, de encapsulamientos represivos, de carpetas ministeriales, de discursos encopetados, de reformas estructurales, de compra ventas del país.

Aquí se juntan los dignos con sus alas de águila y escudos de guerrero, con su inteligencia en el arco tenso apuntando al centro descompuesto de la bestia; aquí se juntan y caminan los hechiceros, los magos, los shamanes, los nahuales guardianes del ancestro, del monte y de los ríos. Se convocan con sus caracoles a los cuatro puntos inaugurando coordenadas, trazando nuevos mapas para las generaciones inconformes.

Los invitados visten atavíos transparentes, su desnudez es su palabra que ya no aguanta y se grita con consignas aturdidoras del conformista, del sumiso, del callado. El pueblo unido jamás vencido, es el título de la pista en el sonido y los danzantes, las comparsas, los tibiriteros, el reventón, se eleva en las artes de ensoñar y en los pases mágicos de las realidades no ordinarias, como nuestra fiesta de cumpleaños, como nuestra digna resistencia.

Salud hermanos y hermanas, venga la paz, venga la esperanza, venga la luz, pero con amor. Bienvenido el fuego, bienvenida la resistencia, bienvenidos los pasos alegres y sabios, de todos ustedes.
Oscar Hernández Neri, preso político

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