Ejidatarios de Jalcomulco continuarán en campamento contra las hidroeléctricas

Xalapa, Ver. Se cumplió ya un año de la guardia que mantienen habitantes de la cuenca del Río Los Pescados, mismos que permanecerán vigilando que ninguno de los proyectos hidroeléctricos que pretenden instalarse ahí, cause daños ambientales y sociales.

En ese sentido, Guillermo Rodríguez Curiel, integrante de La Asamblea Veracruzana de Iniciativas en Defensa Ambiental (Lavida) dijo que los habitantes no dejarán de hacer guardia “hasta que no se vayan los otros trece proyectos que están amenazando la cuenca”.

“Los habitantes han decidido quedarse ahí en campamento permanente porque aunque se logró expulsar a Odebrech, hay muchos proyectos de presas hidroeléctricas en ese río. Entonces no se van a quitar de ahí hasta que no se vayan los otros trece proyectos que están amenazando la cuenca”, destacó.

El integrante de Lavida recordó que en ese río se pretende construir la presa hidroeléctrica del proyecto denominado Propósitos Múltiples Xalapa, con el que se beneficiarían empresas privadas e instituciones de gobierno –con la energía-, a costa de severos e irreversibles daños al medio ambiente y a las formas de vida de las poblaciones aledañas.

La empresa beneficiada sería la trasnacional de origen brasileño Odebrech, por lo que desde el 20 de enero se instalaron habitantes de la región agrupados en los Pueblos Unidos por la Cuenca del Río, para exigir la salida de la maquinaria de esa empresa.Y es que la empresa ya estaba haciendo obras sobre el río, no en las márgenes, sino en el río, expuso Rodríguez Curiel.

“La movilización fue tan intensa que la población obligó a que Odebrech sacara su maquinaria, y la empresa firmó un convenio con los habitantes, en el que se comprometen a no regresar a la cuenca”.

Negocio sobre el río:

El proyecto hidroeléctrico denominado Propósitos Múltiples Xalapa, era en realidad un convenio entre una empresa brasileña y el gobierno veracruzano para “venderle” el agua del río La Antigua a Xalapa, mientras que las dependencias se quedarían con esa energía, expuso en entrevista Guillermo Rodríguez Curiel, integrante de la Asamblea Veracruzana de Iniciativas en Defensa Ambiental (Lavida), al ahondar en el tema de la defensa del río.

“Se descubrió oportunamente que esta gran presa hidroeléctrica que según iba a jalar agua para Xalapa, era un acuerdo empresarial entre gobierno del estado y la empresa Odebrech. Nosotros logramos tener en nuestras manos el convenio que se firmó entre gobierno y Odebrech donde se le regalaba prácticamente el río a la empresa de origen brasileño, para venderle el agua a Xalapa, pero la energía la iba a comprar gobierno del estado para distribuirle a todas sus dependencias”, precisó.

En otras palabras, el acuerdo entre el gobierno de Veracruz y la empresa era para que los brasileños extrajeran el agua del río La Antigua para venderle a Xalapa la propia agua del estado, habiendo ganancias de por medio para la administración en turno, y la energía para sus dependencias.

“Iba a haber un negocio redondo hecho con recursos públicos entregados a una empresa como Odebrech, quien por cierto está a cargo de un proyecto petrolero en el sur de Veracruz. También descubrimos que se violó la veda del río, lo cual ya hemos expuesto”.

Rodríguez Curiel refirió que desde hace seis años, un documento de la CFE que lograron tener en sus manos los ambientalistas, daba cuenta de los proyectos (aproximadamente 14) de presas hidroeléctricas pretendidos en el río La Antigua. El más grande de estos proyectos, a la altura de Tamarindo, sería el construido por la trasnacional de origen brasileño Odebrech.

Pero esto no es todo, expuso, “también descubrimos que se había destinado un recurso desde la Cámara de Diputados para que esta empresa pudiera operar”.

Conocer estos detalles, explicó el integrante de Lavida, permitió organizar una resistencia civil a lo largo de la cuenca del río La Antigua, la cual se mantiene en pie y vigilante para que ninguna empresa ni autoridad gubernamental pretenda adueñarse del río convirtiéndolo en un negocio jugoso, para unos cuentos, por encima de la sociedad y de la riqueza ecosistémica.

Ejidatarios de Jalcomulco continuarán en campamento contra las hidroeléctricas