Ayotzinapa con pueblos originarios del Estado de México: «La única lucha que se pierde es la que se abandona»
Por Carolina S. Romero
Agradecemos al Colectivo Autónomo de Colaboración Social (COACS) el habernos compartido algunas imágenes, audios y video de este recorrido.
El Encuentro de Familiares de los 43 Desaparecidos de Ayotizinapa con los Pueblos Originarios del Estado de México se inició el domingo 19 de julio en el aire fresco de San Pedro Tlanixco, rodeado por cerros verdes. Los incansables estudiantes y padres de familia de La Escuela Normal Rural «Raúl Isidro Burgos» de Ayotzinapa fueron recibidos con copal, palabras solidarias y gritos de ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! En caravanas, marchas y actividades realizadas en México y muchas ciudades en Europa, Estados Unidos y América Latina, no dejan de buscar el regreso con vida de los 43 estudiantes desaparecidos por el Estado y justicia por los tres compañeros asesinados y los dos que quedan en cama.
Después de compartir experiencias en Tlanixco, donde resisten el saqueo de sus manantiales en el municipio de Tenango del Valle –y por eso, a partir del 2003 también defienden seis presos políticos y dos perseguidos–, el encuentro siguió en tres comunidades del Municipio Lerma: Las Rajas Huitzizilapan, San Lorenzo Huitzizilapan y San Francisco Xochicuautla, donde resisten la destrucción y el despojo del bosque Otomí–Mexica.
San Pedro Tlanixco
La compañera Yolanda Sánchez leyó un mensaje de bienvenida por parte del Movimiento por la Libertad de Defensores del Agua y la Vida de San Pedro Tlanixco, expresando su solidaridad con la lucha por justicia para los alumnos desaparecidos y asesinados de Ayotzinapa.
Para nosotros es un honor el que ustedes nos visiten, nos sentimos muy contentos y alegres el que ustedes hayan hecho un enorme esfuerzo para estar aquí con nosotros…. Compañeras, compañeros, nosotrxs en esta geografía donde vivimos, la madre tierra nos ha hecho varios regalos, pero uno de los más importantes es el Agua. Nuestros ancestros como guardianes del bosque, nos han encomendado que debemos cuidarlos, y así vivimos felices hasta que llegó el capitalismo, con sus empresas florícolas que empezaron a destruir nuestro pueblo y lo están destruyendo con su injusticia, con su represión, con su ideología, así como en otras comunidades hermanas lo están haciendo, con sus desapariciones, con la explotación de mano de obra barata, con este cochino sistema de gobierno.
Tanto Tlanixco como Ayotzinapa conocen bien las maniobras del estado y los medios comerciales para criminalizar la resistencia. Si a los alumnos de Ayotzinapa, los tachan de vándalos por resistir la desaparición forzada de las escuelas normales rurales, al digno pueblo nahua de Tlanixco lo tacharon de “pueblo terrorista” por organizar un inmenso bloqueo de carretera y participar en mesas de diálogo con las agencias del Estado responsables de velar por sus derechos.
El compañero Rosario Peralta Sánchez contó algunos detalles de la lucha por el agua y la subsecuente represión que ha azotado al pueblo. Después de la muerte accidental de un representante de las empresas florícolas Alejandro Isaac Basso, quien cayó en una barranca en San Pedro Tlanixco el 1 de abril de 2003, el pueblo empezó a vivir un reino de terror. Al siguiente día llegaron 50 agentes judiciales buscando a los voceros principales de la lucha por el agua, entrando en las casas y escuelas, haciendo cateos y golpeando a la gente. El 22 de julio de 2003, más de 1,500 policías y judiciales invadieron la comunidad en 400 carros. Después regresaron en grupos más reducidos por lo menos 50 veces para hacer cateos. Los comuneros que habían sido más visibles en la defensa del agua y el bosque fueron perseguidos con mucha furia y seis fueron eventualmente detenidos, sin cargos plausibles, sin órdenes de aprehensión y con violaciones de todos sus derechos humanos.
En los juicios de los compañeros detenidos, el juez de consigna tomó en cuenta todas las pruebas ofrecidas por la prosecución pero ni una sola prueba ofrecida por la defensa. Actualmente tres presos purgan una condena de más de 50 años –Pedro Sánchez Berriozábal , Teófilo Pérez Gonzales y Rómulo Áreas Mireles– por el delito de homicidio. Asimismo Lorenzo Sánchez Berriozábal, Marco Antonio Pérez González, y la señora Dominga González Martínez, se encuentran bajo proceso, todos en el mismo penal de «Santiaguito», de Almoloya de Juárez.
Aunque parece increíble, Santos Alejandro Álvarez Zetina y el ex comisariado Rey Pérez Martínez, están perseguidos como los más buscados delincuentes de alta peligrosidad en el Estado de México simplemente por haber levantado la voz en defensa de las aguas, los bosques y la vida en San Pedro Tlanixco.
Cuenta Yolanda Álvarez, la esposa de Lorenzo Sánchez, que la y los presos en Santiaguito están en pequeñas celdas con 12 o 15 personas. Las condiciones son asquerosas y la mala comida se ensucia porque los guardias la meten por una ranura por el suelo. Aunque antes pudieron recibir visitas como la del compañero Alberto Patishtán el noviembre pasado, un nuevo director de la prisión ha dictado que las visitas ahora se limiten a la familia inmediata. Las mujeres que visitan están sujetas a revisiones denigrantes.
En el caso de Lorenzo hay un rayo de esperanza en el terreno jurídico. Ahora se espera el resultado de un amparo y deben resolverlo a su favor, dice Yolanda, porque no tienen pruebas suficientes para que quede allí. Si esto ocurre, él saldrá y es posible que el caso tenga un impacto favorable en los otros también. La corte ha tardado nueve meses en resolver el caso y se espera que no tarde más.
Al tomar la palabra en el encuentro, el compañero Ayax, estudiante de Ayotzinapa agradeció el apoyo y expresó su solidaridad con la lucha por la libertad de la y los presos políticos de Tlanixco y todas las luchas por las tierras, los bosques y el agua.
Que se haga justicia con los presos de Tlanixco. También en Guerrero está la compañera Nestora Salgado, quien estuvo en una huelga de hambre. Nosotros todavía tenemos la esperanza de que nos devuelvan nuestros 43 compañeros. En la normal están 43 butacas vacías. También las de los compañeros asesinados. Aún no nos hacen justicia. Hemos intentado dialogar con el gobierno pero no nos hacen caso. Es lo mismo en el caso de Tlanixco, que lucha por su agua y sus presos políticos, también en el caso de la deforestación en Xochicuatla por donde planean construir la autopista. No me queda más que decirles que resistan, que defiendan su derecho a sus tierras porque son de ustedes, no son del gobierno…Su lucha es nuestra lucha, y como solemos decir, la única lucha que se pierde es la que se abandona. Nosotros no pensamos abandonar la nuestra. Esperamos que ustedes tampoco.
INFORME OSTULA. En ese momento recibimos las primeras alarmantes noticias de la detención de Cemeí Verdía, comandante de la policía comunitaria de Santa María Ostula y coordinador general de las autodefensas de los municipios de Aquila, Coahuayana y Chinicuila. Se reportó que «en estos momentos hay soldados retenidos en la comunidad y hay mucha tensión. Lo detuvieron en La Placita, Michoacán, y no ha sido presentado en ningún ministerio público, para que estemos atentos y atentas. También detuvieron a compañeros de los policías comunitarios en Xayakalan y El Duin». Cabe señalar que Ostula es integrante del Congreso Nacional Indígena (CNI) igual que los pueblos originarios participando en el encuentro.
En seguida, escuchamos a la señora Bertha Nava Martínez. La madre del normalista caído Julio César Ramírez Nava destacó que después de casi 10 meses, el gobierno no ha hecho otra cosa que decir mentiras sobre lo que pasó en Iguala, Guerrero, la noche del 26 de septiembre de 2014. Doña Bertha resaltó algunas de las contradicciones en las declaraciones de las autoridades: «Si dicen que murieron los chiquillos en camino, en las camionetas, pregúntense a ustedes mismos ¿cómo dicen después que les dieron un balazo en la cabeza allá arriba en la pendiente desde donde dicen que les aventaron hacia abajo? ¿Por qué dicen tantas mentiras? Si fuera así ¿por qué no hay pedazos de cuerpos? ¿Por qué no hay pedacitos de las telas de sus playeras? ¿Por qué no hay tenis? ¿Por qué no hay sandalias de los muchachitos?»
Yo no puedo estar sentada en la casa ni en ningún lado. Necesito estar caminando constantemente y estar preguntando, ¿qué pasó? ¿A dónde los tienen? Porque ellos viven. Ellos están vivos. Si no estuviesen vivos el gobierno no nos estaría ofreciendo un millón o millón y medio o dos millones.
El mundo entero está viendo lo que nosotros estamos haciendo y está viendo que nosotros tenemos la verdad. No la verdad del estado, que lo único que quiere hacer es acabar con la escuela. Esa escuela es de lucha. Es una escuela para hacer consciencia a las personas…Ahora estamos luchando para que regresen nuestros hijos, los 43 desaparecidos y miles más. Estamos luchando por justicia para nuestros hijos asesinados, por nuestros hijos cuyas vidas fueron destrozadas, como Aldo Gutiérrez quien queda con una bala en la cabeza, como Edgar quien recibió una bala en la cara. Y estamos luchando por los que tenemos vivos en la escuela también.
Tomás Ramírez Jiménez, el padre de Julio César Ramírez Nava, lanzó un «ya basta» a tantas muertes, tantos secuestros, tanto asesinados y preguntó: «¿Cuánto tiempo más vamos a permitir que nos pisoteen? Ahora dicen que Guerrero es seguro y Guerrero cumple. ¿Pero en qué? En asesinar. En secuestrar. En desaparecer. En matar y desaparecer a alumnos. ¿Por qué? ¿Por qué a ellos? Ya basta, compañeros. No queremos más injusticias. No queremos más muertes. Queremos seguir con familias enteras, que haya hijos en sus hogares. No queremos que haya un vacío en la casa, como el que nosotros tenemos porque nos falta un hijo. Y quién sabe en dónde los tienen. ¿Cómo están? No lo sabemos. Pero sí, en cambio, nosotros vamos a seguir en la lucha compañeros. Ésta es nuestra lucha. Estamos defendiendo a nuestros hijos, a los 43 desaparecidos, a los 3 caídos y a los dos que están en cama y en reposo, compañeros. Por eso vamos a seguir luchando. Nuevamente estamos en pie de lucha, compañeros. ¡Vivos se los llevaron. Vivos los queremos!»
Después de otros mensajes solidarios las mujeres de Tlanixco nos invitaron a saborear las deliciosas habas, los exquisitos hongos en salsa verde (muy frescos por cierto, especialidad de la casa) y las tortillas hechas a mano.
Las Rajas y San Lorenzo Huitzizilapan
En Huitzizilapan, la delegación de Ayotzinapa fue recibida con un hermoso altar, una limpia con humo de copal y bendiciones de las abuelas de la comunidad.
“Cada uno de los 43 están vivos porque están en nuestro corazón”, dijo una compañera. “Estamos con ustedes. Huitzizilapan y los pueblos vecinos también están con ustedes. Que se escuchen los aplausos, señores. Muchísimas gracias por su visita”.
Doña Bertha Nava Martínez, madre de Julio César Ramírez Nava, agradeció el apoyo de Huitzizilapan y habló de lo que ha significado perder a su hijo, quien fue asesinado la noche del 26 de septiembre de 2014, junto con Daniel Solís Gallardo, y Julio César Mondragón quien fue vilmente torturado y desollado. «Nunca volveremos a abrazar a nuestros hijos», dijo Doña Bertha, y también recuerda el dolor de las madres de Aldo Gutiérrez, quien resultó con muerte cerebral y de Edgar Andrés Vargas, quien sigue en cirugías.
El compañero Ayax de la Escuela Normal de Ayotzinapa destacó la ausencia de los compañeros desaparecidos y asesinados. «Aquel 26 de septiembre quedó muy marcado en las vidas de nosotros, en nuestros corazones, en nuestros mentes, porque nos han quitado a tres compañeros y se llevaron aparte otros 43».
El compañero aclaró que no era cierto que desollaran a Julio César Mondragón y le quitaron sus ojos porque él fue coludido con la delincuencia, como se rumora en la prensa. Al contrario, él era un estudiante honrado, padre de familia que pensaba estudiar cuatro años para ser maestro.
El compañero también desmintió las frecuentes descalificaciones del gobierno y la prensa que tachan de delincuentes a los normalistas por «robar camiones». Por lo contrario, dijo, «cuando nos hace falta un autobús para cumplir con nuestro trabajo educativo o solidario, dialogamos con los choferes». Así que aquel 26 de septiembre los normalistas se habían ido a Chilpancingo para conseguir los autobuses y recursos necesarios para participar en la marcha conmemorativa de la masacre del 2 de octubre en el Distrito Federal. Los normalistas de todas las escuelas rurales en México iban a salir juntos desde Ayotzinapa, dijo. Pero al regresar por Iguala, los policías los siguieron y los balearon. Se llevaron a los demás compañeros en sus patrullas. No cabe la menor duda, dijo el compañero: FUE EL ESTADO.
¿Y qué es lo que pasa en Huitzizilapan?
Voceros de la comunidad cuentan que el pueblo otomí-ñatho de Huitzizilapan enfrenta la destrucción y el despojo del bosque Otomí–Mexica en el municipio Lerma, Estado de México por intereses corporativos y del gobierno para aprovechar los manantiales de agua ubicados en el bosque, así como para explotar minas de granito. Los responsables de la devastación son el Grupo Higa y el Sistema de Autopistas, Aeropuertos, Servicios Conexos y Auxiliares del Estado de México (SAASCAEM) con el aval de un espurio decreto expropiatorio emitido por Enrique Peña Nieto en mayo de 2014 sin haber consultado a la comunidad. Grupo Higa busca continuar con la imposición de la autopista en seis hectáreas de bosque ya destruido de Huitzizilapan.
Según los jóvenes de la comunidad, la carretera tiene el doble de «derecho de vía», es decir, en lugar de los 50 metros de acotamiento los que casi siempre se otorgan a las autopistas, ahora se les entregará a los concesionarios 100 metros. En efecto, los derechos del pueblo indígena a su territorio comunal están siendo violados por una empresa privada y el gobierno del estado.
Sin embargo, comuneros y activistas dicen que el decreto presidencial está lleno de inconsistencias y que lo van a echar abajo.
Cuentan que el 6 de julio de 2014 el pueblo fue sitiado por más de mil granaderos. Se pretendía llevar a cabo una espuria asamblea de supuestos comuneros para aprobar el cambio de uso de suelo. Sin embargo, la gente acudió al punto de la reunión, bloqueando la entrada del lugar para que no se llevara a cabo. Los granaderos agredieron a señoras, jóvenes, niños y niñas, pero aún con sus estrategias de intimidación, fueron corridos por el pueblo. Cuatro veces han llegado granaderos para intentar realizar una asamblea ilegal, y cuatro veces la gente de la comunidad ha evitado sus maniobras para cambiar el uso del suelo.
INFORME OSTULA: Llegaron más horrendas noticias sobre Ostula. El lunes supimos que el ejército mexicano abrió fuego contra la gente, asesinando a Hidelberto Reyes García, de 12 años e hiriendo a Neymi Natali Pineda Reyes, de seis, y Melesio Cristiano, de 60, entre otras personas. Un pueblo castigado por atreverse a recuperar sus tierras en Xayakalan y organizar su defensa contra el crimen organizado y el gobierno.
Ignacio del Valle avisó del tipo de desarrollo que las grandes empresas piensan hacer en Atenco y en los pueblos del Estado de México al destruir las tierras. «Pero no queremos clubes de golf. No queremos otra Santa Fe. No nos interesa ser aeromozos», dijo, provocando risas. «Aquí y allá la patria nos llama», dijo. «Los derechos humanos los ganamos en la lucha. Pero no puede ser en una solo región. Hay que unirnos! Hay llanto en nuestros corazones, pero nunca perdón, nunca olvido».
Siguieron las consignas: ¡Peña Nieto delincuente, la cuenta está pendiente! ¡Hermanos de Ayotzinapa, no están solos! ¡Su dolor es nuestro dolor! ¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos! ¡Ayotzi vive! ¡Tlanixco vive! ¡Xochicuautla vive! ¡Huitzi vive!
Mientras cayó una tromba de agua, disfrutamos de fruta fresca y algunos riquísimos guisados mientras Jorge Salinas nos puso a bailar, cantando el Corrido de Gabino Barrera y varios más de su amplio repertorio.
San Francisco Xochicuautla
El Campamento de la Digna Resistencia que se encuentra en la montaña de San Francisco Xochicuautla fue el sitio de la última recepción de la delegación de Ayotzinapa, ahora más grande con la llegada de varios otros normalistas y familiares quienes habían estado visitando a otros lugares.
Los que recibieron a la delegación eran 43+3 niños y niñas, portando fotos hermosamente adornadas con semillas de los 43+3 normalistas.
Agradecimos mucho los sabrosos hongos, habas, arroz, frijoles y otros guisados que nos esperaban esa tarde lluviosa.
El compañero José Luis Fernández de Xochicuautla dio un mensaje de bienvenida especial a los compañeros de Ayotzinapa.
Primero en el estado de Guerrero, nuestros hermanos de Ayotzinapa. En el Estado de México, Tlataya. Xochicuautla. Anoche ayer en Ostula nuevemente más agravantes en el cuál está involucrado el Estado mexicano. Somos nosotros, el pueblo, las comunidades indígenas, los pueblos originarios, los que tenemos que seguir diciendo basta. Somos los que tenemos que buscar la unidad entre nosotros. Y caminar juntos. Y levantar los brazos y juntar nuestras rabias.
¿Por qué aquí esta reunión? Porque aquí es donde se ha estado iniciando esta resistencia y esta lucha. Y siempre hemos manifestado desde nuestra trinchera, desde nuestras trincheras aquí en el Estado de México con nuestros compañeros de Huitzizilapan, con nuestros compañeros de San Pedro Tlanixco, con todos aquellos compañeros que son como nosotros indígenas, y que hemos dicho con rabia que nuestros compañeros de Ayotzinapa no están solos. Y que hemos dicho que son 43 + 3 más. No exigimos venganza, compañeros, porque ese no es el camino. Estamos gritando y exigiendo justicia. Estamos diciendo al gobierno que nuestros 43 hermanos tienen que aparecer. Y estamos diciendo al gobierno que tiene que haber justicia para aquellos que asesinó.
Tenemos que seguir tomados de la mano como pueblos. Cuando nosotros ya no aparezcamos en medios, y cuando sienten que Xochicuautla ya no es noticia, entonces Xochicuautla y Ayotzinapa y Huitzizilapan y Tlanixco y todas las comunidades indígenas tenemos que tomarnos de la mano y echar adelante nuestra resistencia y nuestros proyectos porque los que nosotros traemos son proyectos de vida. Nos queda clara su forma de criminalizar a nosotros, los que defendemos la vida y estamos en contra de estos proyectos de muerte. Y es por eso que tenemos que juntarnos.
Y es por esto también que así tenemos que estar aquí en Ayotzinapa y en Ostula. Tenemos que estar en Atenco con nuestros compañeros que siguen resistiendo y siguen siendo un ejemplo para nosotros en el Estado de México y en muchos otros lugares. Nosotros hemos tomado decisiones importantes y es de no dejar pasar esos proyectos de muerte como la autopista privada Toluca-Naucalpan y como el aeropuerto que se pretende hacer en territorio de nuestros hermanos de San Salvador Atenco.
Y seguir exigiendo la libertad de todos los presos políticos como nuestros hermanos yaquis, como nuestros hermanos de San Pedro Tlanixco, como muchos jóvenes que están encarcelados por levantar la voz en las marchas ahí en el Distrito Federal.
Las verdades tienen que salir porque tenemos que saber en dónde se encuentran nuestros 43 compañeros de Ayotzinapa.
¡Vivos se los llevaron, Vivos los queremos! Xochicuautla no se vende, se ama y se defende! Atenco vive, la lucha sigue! Ayotzinapa vive, la lucha sigue! Presos políticos Libertad!
Varios compañeros y compañeros recordaron algunos momentos durante los ocho años de resistencia a la Autopista Toluca-Naucalpan bajo construcción por la empresa Autovan, afiliada con el Grupo Higa del empresario Juan Armando Hinojosa, íntimo amigo de Enrique Peña Nieto. «Han destruido casas, cosechas y cruces», dijo el compañero Eugenio. «Con su maquinaria pesada han quitado magueyes, árboles, hongos, maíz, y animalitos que viven aquí como conejos, armadillos y ardillas».
Pobladores mencionaron el rechazo del proyecto por las asambleas comunitarias, la imposición de falsas asambleas por cientos de granaderos, la llegada de granaderos para acompañar la maquinaria y asegurar la continuación de las obras, el encarcelamiento de 14 compañeros en 2013 por impedir las obras, la detención de otros ocho comuneros en noviembre de 2014, la violación de amparos, el sobrevuelo de helicópteros–el cual, de hecho, ocurrió durante toda la tarde que estuvimos reunidos ahí.
«La destrucción del bosque afecta toda nuestra manera de vivir» dijo una señora. «Pero no solo esto. Es un gran bosque de agua, una fuente de agua para una área tremenda, para los valles de Toluca y México. También un rio subterráneo que se llama el Río San Lorenzo lleva agua potable al Distrito Federal. ¡Imagínense!»
Los comuneros cuentan que el pasado 9 de junio, Enrique Peña Nieto emitió un decreto para expropiar una parte del territorio comunal de Xochicuautla para la construcción de la autopista. Aunque dice en el decreto que se hizo una consulta con la comunidad, como está requerido por ley, esto no es cierto, dice un joven que participa en el campamento. Lo que pasa aquí es un atentado contra el medioambiente. Es un despojo del pueblo, y los culpables deben de estar en la cárcel. Vamos a echar abajo ese decreto.
En el evento que se realizó en el Campamento de la Digna Resistencia, se hicieron declaraciones de solidaridad con la comunidad de Santa María Ostula, bajo ataque por el ejército y la policía federal. Se leyó también un comunicado denunciando el encarcelamiento de Antonio Arce Avendaño, y se anunció un mitin en su apoyo en el Reclusorio Norte el lunes 21 de julio. Afortunadamente el compañero ha salido del reclusorio pero todavía lleva proceso. En el evento también se hicieron muchas declaraciones de apoyo y solidaridad mutua entre Ayotzinapa y los pueblos originarios en lucha por sus bosques y agua.
Epílogo
(Un breve diálogo entre los compañeros José Luis Fernández de Xochicuautla y Omar García de Ayotzinapa)
–Mi nombre es Omar García. Venimos de Ayotzinapa. Queremos ver cómo están ustedes en Xochicuautla, cómo están las cosas aquí, que pasa con el decreto.
–Gracias hermano, buenas tardes. Agradecemos la visita que nos hacen. Pues aquí seguimos caminando. Estamos bien. Tenemos el problema de la maquinaria, pero seguimos firmes.
–¿La gente los está apoyando?
–Sí, el campamento está creciendo.
–Está bien canijo. Acaban de tomar preso el compañero ahí en Ostula del CNI.
–Sí, está bastante difícil. Ahorita vienen de un evento en Huitzizilapan. Efectivamente nosotros quedamos muy consternados por los eventos de ayer. Muestra como el gobierno sigue con el terrorismo del Estado. Hay un niño muy grave, varios heridos, y lo peor es cuando dicen que no fue el ejército aún cuando hubo testigos y los indígenas de Ostula dicen que efectivamente fue el ejército. Una vez más el ejército mexicano contra nosotros.
–¿Qué vamos a hacer? Hay que seguir.
–Sí, hay que seguir adelante.